domingo, 21 de febrero de 2010

COOPEMEX: LA CAIDA DE UN GRANDE

El que mucho abarca poco aprieta, dice un conocido refrán.

Quizá esa es la mejor forma de describir lo que ocurrió con la cooperativa de ahorro y crédito Coopemex, la cual fue intervenida por la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) el 17 de febrero.

Esta entidad –la tercera en tamaño en la industria– tuvo un fuerte periodo de expansión entre 1994 y el 2003, pero comenzó a renquear a mediados del 2008.

Una creciente morosidad, el incremento en su gasto administrativo y la incursión en negocios distintos a la intermediación financiera aparentemente le pasaron una alta factura.

Ahora el futuro de la entidad dependerá de la revisión que haga la Sugef en los próximos 90 días, con el agravante de que ninguna entidad intervenida se ha salvado de la quiebra.

Apetito voraz

Después de la crisis en el sector cooperativo (1998-1999) –que acabó con dos cooperativas y dos bancos–, Coopemex tomó una decisión agresiva: crecer.

No era algo nuevo para ella, pues ya sabía lo que era absorber a pequeños competidores para ganar cuota de mercado.

En 1994 se quedó con Coopehostofa, luego con Coopesantacalina en 1995 y con Coopesantarosa en 1998.

El proceso no terminó ahí: en el 2000 absorbieron Cootilarán (entidad investigada por un supuesto mal manejo de fondos), en el 2002 a Coocan (dedicada a la emisión de tarjetas de crédito) y Cemsucoop (que pertenecía a los supermercados Consucoop). Finalmente, en el 2003 se quedaron con los activos y pasivos de Conpesanic.

No es de extrañar entonces que entre el 2000 y el 2005 la entidad pasara de tener 49 empleados a 224 y de manejar 4 sucursales a 13 .

Por esa época, la entidad también experimentó en campos distintos a la intermediación financiera y por eso creó el Grupo Empresarial Cooperativo de Costa Rica, a través del cual incursionó en diversas actividades empresariales.

Por ejemplo, en el 2003 se unió a Coopesantos (dedicada al servicio eléctrico en la zona sur), impulsó la producción de tilapia, se metió en negocios turísticos, tecnológicos y hasta educativos.

En el 2007, también arrancó la construcción de un centro comercial en Monteverde, el cual tenía un costo de $8 millones.

Incluso, se había dedicado a administrar una serie de fideicomisos, actividad que tuvo que cesar a principios del 2007 por orden de la Sugef.

Ya para finales del 2008, la cooperativa reportaba activos por más de ¢100.000 millones, un planilla de 320 personas y una red de 20 sucursales.

Sin embargo, ese crecimiento generó beneficios, pero también altos costos: en el 2008 la cartera de crédito aumentó un 37% pero su cartera atrasada se duplicó. Además, las utilidades cayeron un 33%.

Empieza el declive

Estaba claro que la morosidad se estaba convirtiendo en un pesado lastre y era el momento de buscar alianzas para generar economías de escala, algo que ya la entidad había intentado.

En octubre del 2006, se unió a seis cooperativas para crear una sociedad que manejara en conjunto su tesorería.

Ese año vendió ¢2.500 millones de su cartera de crédito a tres entidades financieras.

En setiembre del 2008, se alió al Banco Popular para unificar sus sucursales y nueve meses más tarde anunció su intención de fusionarse con la hermana mayor del sector, Coopenae.

Precisamente, esta fusión sería el bote salvavidas para reducir su gasto administrativo, diluir la morosidad y recibir capital fresco.

Sin embargo, Coopenae se echó para atrás hace dos semanas y la intervención de Sugef fue inminente, dada la fuerte caída en el indicador de suficiencia patrimonial.

La Superintendencia encontró préstamos morosos fuera de balance, debilidades en créditos formalizados en la venta de locales comerciales y otras anomalías administrativas.

Solo entre diciembre del 2009 y enero pasado la entidad perdió ¢5.500 millones, el equivalente al 47% de su patrimonio.

Ahora los ahorros de casi 3.000 personas y el capital de 55.000 socios está a la espera de lo que determine la Sugef.

ENTREVISTA CON LUIS LIBERMAN , PROXIMO VICEPRESIDENTE DEL PAIS

“El objetivo fundamental es poner el país a crecer”
El nuevo vicepresidente, Luis Liberman que tendrá la política económica en sus manos habló de los retos con LA REPUBLICA


• Piensa que hay que revisar el encaje, el aval a la banca del Estado y crear un seguro de depósitos

Wilmer Murillo
wmurillo@larepublica.net

El jerarca del sector económico del próximo gobierno, Luis Liberman no piensa en impuestos ni en cerrar de inmediato el déficit fiscal, por considerar que el país apenas está saliendo de una crisis. “Hacerlo ahora haría que la economía crezca más lentamente”, manifestó.
Pese a que reconoció que hay cierto grado de afinidad en el manejo económico, “no sabemos” si se mantendrá don Francisco de Paula Gutiérrez en el Banco Central o quién será el nuevo jerarca de Hacienda.
“Estamos en la formación de un gobierno, y hay tareas previas. Los nombramientos los anunciaremos en un ambiente más tranquilo”, señaló.


¿Será usted el coordinador de la política económica?
Sí, así lo anunció doña Laura.

¿Cree que Costa Rica podrá recibir en la próxima administración el grado de inversión?
Sí, si hacemos bien nuestro trabajo y la situación económica internacional colabora. Bajo condiciones normales deberíamos lograrlo para que los costos del crédito que el país pueda recibir en el futuro sean más bajos y nos faciliten la ecuación.


¿Es por Laura o por la capacidad de pago del país?
Es el país. Nosotros debemos ser coherentes en la política económica. El gobierno debe tener una política estable y de crecimiento serio para que se nos permita recibir ese grado.

¿Se mantendrá “Guti” en el Banco Central?
No lo sabemos. No hemos hablado del tema y procederemos a hacerlo en los próximos días. Estamos en la formación de un gobierno, y hay tareas previas. Los nombramientos los anunciaremos en un ambiente más tranquilo.

¿Quién será el nuevo jerarca de Hacienda?
Nadie ha sido nombrado (del próximo gabinete), excepto doña Laura y los dos vicepresidentes. Formar el nuevo equipo es una tarea para los próximos tres meses.

Sin embargo, ¿habrá continuidad de la política económica?
Tiene que haberla en cierto grado. Somos de ideas similares, aunque habrá más tiempo para enfatizar más algunas cosas. Pero en general el objetivo fundamental es poner el país a crecer y generar buenos puestos de trabajo.

¿Debe esperar el país modificaciones en las políticas, fiscal, monetaria y cambiaria?
Tenemos que ver en qué condiciones llega la economía a mayo. Estamos saliendo de una crisis que el mundo no había visto en 30 años. Esto significa que mes a mes la situación ha ido mejorando, y por eso iremos diseñando una política económica de acuerdo con las condiciones en que se perciba el futuro.

¿Depende el mejoramiento de la economía de lo que ocurra en Estados Unidos?
Es importante por varias razones. Es el país adonde más exportamos bienes, el que más consume nuestros servicios, y de donde vienen los turistas y la inversión. Lo que pase en esa economía afecta a Centroamérica que es un mercado importante para el sector agropecuario e industrial.

¿Qué reformas se impulsarán en relación con el sector financiero?
Hay una serie de leyes presentadas al Congreso y solicitadas a la Sugef que hay que revisar. Tienen que ver con el seguro de depósitos, facilitar la intervención de los bancos para que puedan disponer de activos buenos, en un proceso judicial que los salve y nos los hunda como hasta ahora. La ley actual no es buena. Igualmente hay una propuesta para modificar la Ley Orgánica del Banco Central que ayude a impulsar la emisión de títulos de largo plazo a tasa fija por parte de los bancos e intermediarios financieros del sector vivienda, un sector que deseamos reactivar.



¿Se le asignará importancia al sector vivienda?
Será fundamental. Los títulos de largo plazo que permitan a las financieras, los bancos y mutuales conservarlos a una tasa fija, sin encaje mínimo legal, harán que los costos para el usuario sean reducidos. Para nosotros el sector vivienda es clave porque la construcción crea mucho trabajo y porque la clase media y baja debe tener acceso al financiamiento de su casa, sin que se vea apretada si suben los intereses.

¿Qué harán para reducir los costos de la intermediación?
En esto tienen que ver muchas cosas, desde el encaje, hasta el 8% del impuesto sobre la renta, que en otros países no existe. Se requiere poner a los bancos y entidades financieras a competir más.

¿Qué piensa de una reforma tributaria?
No podemos hablar de poner impuestos en medio de una recesión. Eso no se hace. Primero queremos que la economía crezca y de ese modo lo harán los ingresos fiscales. Al mismo tiempo estudiaremos algunas medidas para evitar la evasión de impuestos y revisar todas aquellas cosas que se pueden hacer sin necesidad de cambiar la ley. Nos vamos a juntar pronto con la Ministra de Hacienda para analizar qué medidas se pueden proponer para movernos rápidamente a cerrar portillos por los cuales se evaden impuestos.

¿Sin impuestos, cómo enfrentará el enorme déficit fiscal?
El déficit es un 3,5% del Producto Interno Bruto. No es ni poco o mucho. Es aceptable y sostenible a lo largo de este año. Si tratamos de cerrarlo en un periodo de lento crecimiento haremos que la economía crezca más lentamente.

¿Capitalizarán al Banco Central?
Vamos a verlo.

¿Cómo harán para sacar la banca para el desarrollo del atascadero?
Hay que sentarse a revisar la ley. Lo que se quiere lograr y lo que dice la ley son cosas incompatibles.

¿Qué piensa del encaje mínimo legal?
Usted no ve ningún país desarrollado que utilice el encaje. Es algo que hace subir los costos de intermediación. Es al final un impuesto a la gente que pide prestado o deposita en los bancos.

¿Qué piensa de las bandas y el tipo de cambio?
Lo que ha dicho el Banco Central; es un proceso para llegar a la flotación administrada, que ya permite independizar la política monetaria de lo que pasa con el tipo de cambio. En esto el país debe avanzar despacio y con buena letra. Esto le dará al Central la oportunidad de ir revisando el esquema hasta el objetivo final, en que los actores económicos puedan operar con un tipo de cambio fluctuando y con suficientes instrumentos a su alcance para protegerse de las fluctuaciones.

¿Se impulsará un seguro de depósito para la banca privada?
Es uno de los requisitos que necesitamos para evitar riesgos sistémicos, cuando un banco entra en problemas. Es un seguro, y como todos los seguros hay que pagar una prima de acuerdo con el nivel del riesgo en que el banco está incurriendo, conforme al nivel de depósitos. Somos de los pocos países que no lo tienen.

¿Cree en el aval del Estado a los bancos públicos?
En algún momento se podría poner a los bancos del Estado bajo un sistema de seguro de depósitos para que tengan que pagar por ese seguro, que en este momento es gratuito. Debido a la solidez de los bancos este no es por ahora un tema de urgente discusión.

¿Impulsará el mercado de capitales? ¿Cómo?
Ese tema es muy importante y tendremos que sentarnos a analizar la ley reguladora del mercado de capitales, porque como están las cosas no vamos a ningún lado. No sé si el problema es de aplicación de la ley, su interpretación o si los funcionarios del Estado no quieren que camine.

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