domingo, 31 de enero de 2010

GUIA PARA RAZÓN Y CORAZÓN, CANDIDATOS 2010

Guía para razón y corazón
Edición 754
CANDIDATOS 2010
Yanancy Noguera Calderón

En este editorial nos referiremos a sendas entrevistas a Laura Chinchilla, Otto Guevara y Ottón Solís .

Debemos primero advertir que las posibles soluciones planteadas por estos tres cndidatos han variado en los diversos debates realizados en estas semanas y en las entrevistas sostenidas en otros medos de comunicación.

No presentamos, por lo tanto, una versión única y exclusiva del pensamiento de los candidatos. Dados el ritmo, tono, logros, pifias, resultados y críticas de estos encuentros y de la propia propaganda electoral, estos textos se van ajustando al propósito primario de una campaña electoral: conquistar el favor y el voto de los electores. No es cierto, entonces, que no ha habido ideas. Estas han brotado profusamente en forma reflexiva, espontánea e interesada, fruto de la razón o del cálculo, o bien, del corazón. El corazón, se ha dicho, tiene razones que la razón no comprende. Una campaña política no es un ejercicio académico, sino un torneo de intereses. No nos escandalicemos.

En este menú de platillos de todo gusto y sabor debe escoger el elector, habida cuenta de que buena parte de los electores se guían más por el corazón y la intuición que por la razón y que, cuando esta decide funcionar, es, al fin de cuentas, la confianza que inspira el candidato el factor decisivo. No hay, pues, criterios científicos. En la política funciona el ser humano en toda su amplitud. De aquí que, al pasar revista a la Guía del Voto, nos encontramos con un laberinto, esto es, con una serie de senderos que se entrecruzan y que nos hacen avanzar o retroceder. Esto quiere decir que el pensamiento y las propuestas de los candidatos no obedecen a la ley de la coherencia.

No hay adecuación, en primer lugar, entre las propuestas y las soluciones planteadas, esto es, entre los objetivos o fines y los medios, como tampoco la hay, mucho menos, entre aquellas y la realidad, la cual supone un estudio esmerado de los problemas sociales y económicos, y del entorno internacional, con base en documentos o diagnósticos fidedignos. Esta recolección o investigación se ve, a su vez, desnaturalizada por la ideología de los partidos, que tiende a acomodar hechos y soluciones a sus intereses. Esto explica la imposibilidad de que un gobierno ponga en práctica fielmente el programa anunciado en campaña. Ottón Solís propuso, en años pasados, que su aplicación debía ser obligatoria por ley, lo que equivaldría a la renuncia previa al uso de la razón crítica y al interés público.

En estas condiciones la Guía del Voto de EF es eso: el señalamiento de una diversidad de caminos para llegar a puerto, para curar al enfermo o para robustecer su salud, a sabiendas de que, como expresamos, muchos se guían por su propia receta. De lo dicho se desprende cuán difícil es una estrategia de diálogo o negociación, entre el gobierno triunfante y los partidos de oposición, en esta variedad o maraña de intereses, de objetivos y de medios. La única solución o salida digna y razonable es la buena voluntad de los dirigentes políticos y de los partidos, un vector ético y patriótico que no se ha cultivado en nuestro país. Esta falta de unidad en lo esencial constituye una de las principales causas de estancamiento en Costa Rica.

Lea el editorial completo en la sección de opinión.

3 comentarios:

  1. Comparto con el pensamiento de la periodista Yanancy Noguera Calderón en cuanto a lo que los Candidatos presidenciales han dicho en los últimos debates brindados en los medios de comunicación.
    Siento que se han contradicho y que lo que se ha logrado con estos debates es confundir más la población costarricense indecisa de votar, vemos como no existe un candidato firme que se muestre leal, que no sea cambiante, en mi opinión no sé a cuál candidato le daré mi voto, Otton Solís con su medida de combatir la corrupción que para él hasta tomar un lapicero de nuestro trabajo y llevarlo a casa ya es corrupción,y en años anteriores se ha visto involucrado en actos corruptos, y?? como es que en sus debates lo que más radica es este tema, y no se nota una propuesta real y concisa para levantar al país, tenemos un Otto Guevara que a mi parecer es prepotente y nos quiere llevar a un gobierno derechista, siendo que hace cuatro años era un gobierno de izquierda, y que cambia de parecer para obtener más personas que se unan a su partido, y una Laura Chinchilla que si quedase electa seguirá continuando con el monopolio que mantienen los Arias. En fín creo que las propuesas de estos candidados no se han mantenido firmes, si no más bien cambiantes, donde lo que buscan es ver como se engrandecen más ellos mismos, dejando de lado al pueblo costarricense, entonces lo que queda por hacer es pedirle a Dios que pese a esto, la persona que quede electa nos encamine hacia el bienestar social y economíco de nuestro país. Ese es mi punto de vista, ustedes que opinan?

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  2. Me parece muy acertado este artículo en los momentos que estamos viviendo de periódo electoral, me llamó mucho la atención lo que decía el artículo con respecto a que la mayoría de los costarricenses votamos más por el corazón que con la razón, es muy interesante esto, porque en nuestro país se acostumbra a votar por tradición que implica de cierta manera el corazón...entonces es aquí donde se deja la objetividad de lado, para caer en lo mismo de siempre...

    Creo que actualmente vivimos un momento en el que muchos estamos "hartos" de los gobernates, de la corrupción, del dejar hacer y dejar pasar, en fin de una serie de actuaciones que nos llevan a la apatía, que no debería ser, ya que gozamos de un sistema democrático privilegiado a nivel mundial.

    Ojala que el panorama mejore, quizá ya no en estas elecciones, y que podamos tener confianza u objetividad a la hora de votar.

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  3. Estimadas amigas, reconozco que dicen toda la verdad, que no somos partidarios de uno u otro candidato, pero lo cierto es que son los candidatos que nos merecemos.
    Son ustedes, los que pueden y deben ir cambiando este proceso.
    Cuántos de nosotros decimos no querer lo que sucede, pero no nos involucramos, porque no queremos perdernos en el abismal mundo de la política.
    Sólo estando en esos estratos es que podríamos hacer un cambio, sólo llevando un análisis adecuado de la realidad, podríamos ser mejores consejeros.
    Involucramiento es lo que falta y no que sean los amigos y amigas de siempre los que acompañen a los futuros gobernantes.

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